El ojo ve las pirámides de Giza, la mente intenta comprender la gran arquitectura del Gran Museo Egipcio. Los jardines del GEM se convierten en un camino verde que conecta orgánicamente el museo y sus alrededores. Están deliberadamente planificados como parte de otro aspecto de los espacios al aire libre, una experiencia adicional para descansar entre exposiciones, mientras se disfruta del cielo abierto y se aprende sobre el antiguo Egipto a través de la naturaleza, el arte y las plantas seleccionadas.
Los senderos que atraen a las terrazas y los asientos a la sombra ayudan a los visitantes a ralentizar el ritmo, a pensar más allá de la experiencia interior, a ver el lugar como un parque cultural vivo, no solo como un edificio. Cada jardín tiene su propio carácter y uso. El Jardín de las Palmeras es un lugar social vibrante, con espacios para que las familias disfruten y lugares para conversar relajadamente; el Jardín de las Esculturas ofrece un entorno al aire libre para importantes obras de arte e historia; mientras que el Jardín del Templo evoca antiguas escenas sagradas al combinar partes de templos antiguos con plantas egipcias locales. En su conjunto, estos jardines demuestran cómo el Gran Museo Egipcio combina el patrimonio, la arquitectura y el diseño paisajístico en un lugar unificado donde la cultura se desarrolla tanto en el interior como en el exterior.
El Jardín de Palmeras está diseñado para ser un acogedor oasis en el corazón de la experiencia al aire libre de GEM. Dividido en una serie de zonas diferenciadas, puede acoger actuaciones en directo en un pequeño escenario, actividades lúdicas en una zona dedicada a los niños y un relajado paseo por un acogedor mercadillo al estilo de un zoco. Las altas palmeras, la abundante sombra y los amplios jardines lo convierten en el lugar ideal para que familias y grupos se relajen entre visita y visita al museo, dejen que los niños jueguen con seguridad y disfruten de un tentempié al aire libre.
El Jardín de Esculturas transforma parte de los terrenos del museo en una serie de galerías al aire libre donde se unen el arte, la arqueología y el paisaje. En este espacio, las estatuas y los objetos de gran tamaño, cuidadosamente colocados, se contemplan bajo la luz cambiante del día, lo que permite a los visitantes interactuar con su forma y textura en una experiencia que contrasta con la de una galería interior. Senderos bordeados de árboles y terrazas ajardinadas guían al visitante a través de esta exposición al aire libre; las vistas enmarcadas de la fachada del museo y la meseta de Giza crean un poderoso diálogo entre el nuevo diseño y el patrimonio antiguo.
El Jardín del Templo está concebido como un museo al aire libre de arquitectura y plantas sagradas. Entre árboles autóctonos y especies estrechamente relacionadas con los antiguos jardines egipcios se exhiben elementos arquitectónicos y objetos de gran tamaño procedentes de templos de todo Egipto, que recuerdan los verdes santuarios que antaño rodeaban los lugares sagrados históricos. A medida que se recorre el espacio, fragmentos de piedra, columnas y bloques tallados aparecen entre parterres cultivados y zonas de descanso a la sombra, invitando a la contemplación tranquila. Con su mezcla de arqueología y vegetación viva, el Jardín del Templo ofrece un contrapunto sereno al bullicioso interior del museo y reconecta a los visitantes con los paisajes espirituales del antiguo Egipto.